Si tu piel cuenta con la suficiente humedad mantiene su equilibrio natural, así como sus niveles óptimos de hidratación, pero… ¿Qué pasa cuando la piel no está hidratada?
La respuesta a la pregunta anterior es la siguiente; cuando no hidratas tu piel, las membranas celulares de esta se vuelven poco flexibles, y la barrera que sirve para retener la suficiente cantidad de agua y proteger las células de capas más profundas tampoco funciona de manera adecuada.
¿Qué factores intervienen para que tu piel no esté bien hidratada?
El equilibrio en los niveles de humedad de tu piel se puede ver afectado por factores como: la edad, el uso de productos agresivos, la contaminación y por el clima (sobre todo el seco). La buena noticia es que la deshidratación de tu piel se puede revertir fácilmente, y de esa manera recuperar su aspecto saludable y brillante (recuerda que por lo general la piel seca tiene una apariencia áspera, la cual deja entrever pequeñas lesiones en ella).
¿Cómo y con qué frecuencia debes hidratar tu piel?
Beber agua es una de las principales recomendaciones para mantener la piel hidratada, pero hablamos de agua natural (simple), y es que aunque los jugos, las bebidas gasificadas y el café contengan agua, beberla sola es la manera más efectiva de hidratarse.
Otra opción saludable que favorece la hidratación de la piel y el cuerpo, son las frutas y las verduras, las cuales contienen agua de forma natural, por ejemplo, las manzanas, uvas, melones, pepinos, la lechuga y el apio son fuentes dietarias ricas en agua.
Los productos humectantes son una tercera vía para que tu piel recupere su equilibrio en cuanto a niveles de humedad. Considera que los humectantes son más efectivos en la piel seca cuando sus ingredientes interactúan con las grasas naturales producidas por tu piel, ya que esta sinergía propicia una total integración entre el humectante y tu piel.
Además de todo lo anterior, algunos productos especializados en el cuidado de la piel han incorporado ingredientes naturales en su fórmula, tal es el caso del aceite de oliva y sus extractos, mismos que durante años han sido utilizados como humectantes por ciertas culturas.
¿Qué aporta el aceite de oliva y sus extractos a tu piel? Funcionan como depuradores de los radicales libres (compuestos tóxicos que pueden causar daño celular en el ADN y en las proteínas de tu cuerpo). Su trabajo es neutralizar dichos compuestos para mantener una mejor apariencia en tu piel.
A manera de resumen, podemos decir que al mantener una correcta hidratación el cuerpo alcanza su máximo nivel de desempeño, y por lo tanto:
– La piel tiene un aspectos y estado saludable.
– Se apoya el proceso de reparación de heridas.
– Se fortalece la función inmunológica del cuerpo contra los gérmenes y bacterias.
– Existe una protección natural de los huesos, cerebro, columna y otros órganos vitales.
Fuente:
– Ask the Scientists. Sitio consultado en abril de 2020:
https://askthescientists.com/es/science-of-skincare/