Tenemos la misma cantidad de bacterias que células humanas. Por tanto, el ser humano no es una unidad independiente, sino que, consiste en una comunidad dinámica e interactiva de células humanas y microbianas.
Uno de los paradigmas más importantes del siglo XXI para las ciencias biológicas y la medicina, es el descubrimiento del microbioma; un universo de microorganismos, muchas veces, simbióticos, que son parte de todos los organismos multicelulares (humanos, animales y plantas) que ya no pueden considerarse como entidades independientes.
El microbioma es la comunidad de microorganismos presentes en nuestro cuerpo. Y el conjunto de estos seres microscópicos se denomina microbiota, que está integrado principalmente por bacterias, virus y hongos. Anteriormente considerábamos a estos organismos como patógenos o enemigos nuestros, sin embargo, es imprescindible valorar a estos genes microbianos para nuestro funcionamiento e incluso en nuestra herencia y evolución.
Todos los seres humanos albergamos entre 10 billones y 100 billones de células microbianas en una relación simbiótica. Esto beneficia tanto a los microbios como a sus anfitriones, siempre y cuando el cuerpo se encuentre en un estado saludable.
Los probióticos: tus aliados para cuidar la microbiota humana.
Las estimaciones varían, pero podría haber más de 1.000 especies diferentes de microorganismos formando la microbiota humana (flora intestinal) en tu cuerpo.
La microbiota cambia con la edad. Desde tu nacimiento comienzas a reunir tus propios microbios y su composición depende de factores como: la dieta que consumías cuando eras pequeño, el ambiente donde creciste, si tuviste mascotas e incluso las personas con las que vivías. El primer contacto con los microbios lo heredamos de nuestra propia madre.
Algo que debes tomar en cuenta es, que los probióticos son microorganismos vivos, por lo que, su dosis de consumo debe ser controlada para que lleguen al lugar deseado y en la cantidad suficiente para ejercer efectos positivos. En especial los de origen natural, que son una excelente opción para mantener y restaurar la microbiota intestinal.
Algunas de las utilidades preventivas principales que atrae el consumo de probióticos son:
- Prevención de diarrea
- Alergias
- Inmunomodulación
- Enfermedad inflamatoria intestinal
- Intolerancia a la lactosa
- Enterocolitis necrotizante
- Mastitis subagudas
- Infecciones del tracto urinario
- Salud bucodental
El cuidado y prevención de tu salud intestinal debe ser labor de todos los días. Procurar una alimentación variada, equilibrada y sana, aumentará las posibilidades de que tu flora intestinal se encuentre fortalecida y en buen estado.