A pesar de que el sueño es esencial para la salud física y mental, muchas personas tienen problemas graves para tener un sueño de calidad. ¿Estás cansado de siempre estar cansado? Acá te dejamos algunos tips.
¿Te pasa que tienes noches enteras de insomnio o que duermes mucho pero cuando despiertas por las mañanas igual te sientes cansado?
No estás solo, junto contigo millones de mexicanos también sufren por no tener una buena calidad de sueño. De hecho, se calcula que el 30% de la población del país sufre de algún trastorno del sueño.
No es una cifra menor: existen más de 60 tipos de trastornos del sueño identificados y eso afecta de manera importante la vida de las personas. Antes que otra cosa, te recomendamos que si tienes problemas recurrentes para dormir, busques a algún médico que te pueda diagnosticar y asignar un tratamiento adecuado.
Por otro lado, además de siempre estar en contacto con especialistas, puedes poner en práctica algunas actividades que ayudarán a mejorar tus hábitos de sueño. Aquí te dejamos algunas:
- Vive tu día como si en verdad quisieras dormir
No se trata de que llegue la noche y así nada más quieras dormir como un bebé.
Es importante todo lo que haces en el día y se refleja en la noche. Por ejemplo hacer ejercicio es una excelente práctica porque el uso de energía y el cambio de temperatura corporal pueden promover un sueño profundo.
Además, también sirve mucho controlar lo que ingerimos. Te aconsejamos regular tu consumo de cafeína, así como de alcohol, pues ambos pueden afectar el cerebro de maneras que pueden disminuir la calidad del sueño.
- Crea un entorno ideal
Haz de tu dormitorio un lugar que te inspire dormir: cómodo, relajado, en el que no entre tanta luz y con el mínimo de distracciones.
Utiliza un colchón y una almohada de alto rendimiento, esto es vital para relajarse y que tu columna reciba el apoyo adecuado para evitar dolores y molestias.
- Cultiva la paz y la tranquilidad necesaria
Intenta mantener el ruido al mínimo en tu dormitorio a la hora que intentes conciliar el sueño. No dejes ruidos de fondo como la televisión o música, pues esto puede distraerte y al final provocar que no duermas.
- Establecer horarios fijos y saludables
Construye una rutina: acostumbra a tu cuerpo a dormir y a despertar a la misma hora todos los días, esto es esencial para una rutina de sueño saludable.
Sobre todo incluye tus horas de sueño dentro de tus planes diarios: organiza tu día de tal manera que no tengas que sacrificar este tiempo de descanso tan necesario para el cuerpo y la mente.
- La siestas son buenas, hasta que no
Para dormir mejor por la noche es importante tener cuidado con las siestas, pues tomar estos descansos durante mucho tiempo o cerca de la hora de dormir pueden alterar el horario de sueño y hacer que sea más difícil conciliarlo por la noche.
Ten en cuenta que el mejor momento para tomar una siesta es poco después de la comida, a primera hora de la tarde, y la duración recomendada es de 20 minutos aproximadamente.
- ¿Cuáles son tus hábitos antes de acostarte?
Relájate al menos 30 minutos antes de comenzar a dormir: es mejor irse preparando paulatinamente, puedes poner música tranquila y hacer algunos ejercicios de estiramiento.
Además, lo mejor que te podemos recomendar es que te desconectes de tus dispositivos: deja el teléfono, las tabletas o las computadoras un rato antes de dormir, esto ayudará a tu cerebro a irse preparando.
- No te consumas en frustración
A veces cuando nos da insomnio, no podemos parar de pensar que no podemos dormir, y eso aumenta la angustia y la frustración.
No te concentres en intentar conciliar el sueño, en cambio, concéntrate en tratar de relajarte: practica la respiración controlada, la meditación de atención plena o la relajación muscular progresiva, esto puede ayudarte.
Si pasas más de 20 minutos en cama y no puedes dormirte, levántate y haz algo relajante con poca luz, evita consultar la hora durante un tiempo y enfoca tu mente en otra cosa antes de volver a la cama. Estos son algunos consejos que te damos para mejorar tu rutina de sueño y desarrollar una relación más sana con tus horas de descanso. Sobre todo, te recordamos que es conveniente estar en contacto con un experto que te pueda guiar de manera personal en el tema.