Los analgésicos son medicamentos que reducen la sensación de dolor. Debes saber que están compuestos por oxicodona y paracetamol. Ambos, son una combinación fuerte para acabar con el dolor que sientes pero, potencialmente, te pueden hacer aún más daño.
Ahora, es importante saber qué es la oxicodona, es un opiáceo que cambia la manera en la que el tu cerebro percibe el dolor, además fomenta la producción de dopamina que se refleja como una sensación de recompensa y placer, precisamente esto, te puede llevar a tener una adicción a este tipo de sustancias.
Con el tiempo, tu cuerpo te pedirá más y más oxicodona para poder obtener el mismo efecto. Es por ello, que debes llevar un tratamiento cuidadoso pues, aunque los analgésicos sirven principalmente para aliviar el dolor, pueden causarte algún tipo de dependencia.
Probablemente no tengas oxicodona en tu botiquín pero, sin necesidad de buscar profundamente, te encontrarás por lo menos con una tira de paracetamol, aunque no causa la misma adicción, también puede ser peligroso. El riesgo viene de cuando éste se metaboliza, pues su contenido puede dañar directamente a las células de tu hígado y además, si lo usas en dosis muy elevadas, puedes provocar que deje de funcionar como debería.
Evita tomar en grandes cantidades estas sustancias, podrías ocasionar un mal irreversible. Los médicos de la Asociación de Nefrología de Estados Unidos confirman que si tomas analgésicos de forma habitual, puedes provocar daños en tu sistema urinario, específicamente en los riñones.
Recuerda que si te sientes mal, lo primero que debes hacer es consultar a tu médico y jamás automedicarte ya que te ocasionarías un daño mayor. Por otro lado, procura tener tu cuerpo siempre al 100%, aliméntate bien. Incluye los suplementos alimenticios de USANA a tu dieta diaria, realiza ejercicio constantemente y procura no tener excesos.
En USANA nos gusta tenerte bien por eso, te invitamos a vivir de manera saludable siempre.