Hay pocas certezas en la existencia humana. Una de ellas es que siempre tendremos momentos de estrés y tensión, pero, ¿de dónde viene y qué significa esta sensación? Te explicamos. 

¿De dónde viene?

Sorpresivamente, el estrés es necesario para tu cuerpo. Ya que le indica a tu organismo como responder ante situaciones de peligro. 

En caso de ser confrontado por una bestia salvaje, es esta sensación la que te motiva a escapar y buscar tu supervivencia. Sin embargo, esta respuesta se puede salir de control. Cuando tu cuerpo se estresa ante provocaciones mínimas o está expuesto a demasiada presión, es cuando esta situación puede convertirse en un problema para tu cuerpo.

Aunque, se pensaba que el estrés era una respuesta hacia factores externos como las problemáticas laborales o personales, ahora comprendemos que también puede generarse dentro de tu cuerpo. Sentir preocupación constante, tener una actitud negativa ante la vida o tener miedo hacia situaciones poco posibles, pueden aumentar tus niveles de estrés. Incluso sin la presencia de un detonante.

¿Qué efectos causa?

Cuando te empiezas a estresar tu cuerpo se prepara para enfrentar una situación de peligro, esto significa que aumenta el ritmo cardiaco y respiratorio, las venas se contraen facilitando que la sangre llegue a los músculos. Idealmente, este estado debería ser temporal pero cuando se alarga más allá de la situación de peligro puede causar problemas como hipertensión, ansiedad, dolores de cabeza e insomnio.

Además, la hormona responsable de la respuesta de tu organismo ante el estrés es el cortisol. Aunque es una sustancia necesaria para el funcionamiento correcto de nuestro organismo, grandes cantidades de la misma pueden resultar en un aumento de peso, falta de energía, problemas con la memoria y puede llegar a dañar tu sistema inmunológico.

¿Cómo lidiar con él?

La clave para enfrentar el estrés se encuentra en el autocuidado y poder disfrutar de la vida. Tomarte un día de descanso, darte un espacio para estar con tus seres queridos, así cómo la psicoterapia y otras actividades para cuidar tu salud emocional. Esta rutina te ayudará a generar conductas adaptativas y maneras sanas de lidiar con esta sensación.

Así mismo, una dieta sana, actividad física, ocho horas de sueño, la disminución de alcohol y tabaco son grandes maneras de reducir el estrés al cual está sujeto tu cuerpo.

Si sientes estrés constante, recuerda acudir con expertos para ayudarte a cuidar tu salud física y mental, y así disminuir o corregir los efectos negativos que puede estar generando sobre tu cuerpo.

 

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