Sabemos que en el mundo actual hay un sinfín de razones para perder la motivación, entre ellas, el estrés constante, excesos de responsabilidades, falta de reconocimiento y otros tipos de dificultades. Sin embargo, mantener la automotivación es similar a nunca bajar los brazos.

Mantener la motivación personal es un talento que todos necesitamos desarrollar y poner en práctica de manera constante. Como primer tip, toma en cuenta que aprender cosas nuevas y cumplir con pequeños objetivos son excelentes acciones para darnos cuenta de nuestra capacidad y alcances. 

¿Qué es la motivación?

Llamamos motivación a ese deseo que nos permite enfocar nuestro comportamiento o accionar en alcanzar una meta. Al tener su origen en una necesidad o emoción es trascendental encaminar la motivación hacia la mejora personal. Se dice que hay dos fuerzas principales de motivación: externa e intrínseca.

Motivación externa: como su nombre lo indica surge de factores externos a ti (a la persona). Por ejemplo: tener una capacidad adquisitiva X es un motivador externo, ya que al contar con recursos económicos se pueden adquirir vienes (auto, casa, ropa, etcétera), realizar viajes, entre otras actividades.

Las recompensas también pueden considerarse motivadores externos, y por recompensa hay que visualizar, un trofeo, reconocimiento o medalla. Quizá un bono por buena productividad en el trabajo o hasta un elogio de alguien a quien apreciamos. 

Motivación intrínseca: viene desde nuestro interior. La curiosidad, el interés que tenemos por algún tema y el deseo de mejorar ciertas habilidades son motivaciones intrínsecas. Y su enorme valor radica en que nos permiten tener un aprendizaje constante y nos otorgan capacidades muy específicas, las cuales nos caracterizan del resto de los individuos.

Debido a esto los ejemplos de motivadores intrínsecos son particulares y varían entre cada persona; leer un libro, jugar cierto juego, sentir el viento en el rostro, aprender a tocar un instrumento, etcétera. Cada uno de estos motivadores se fomenta de manera personal y se hacen presentes en distintas situaciones.

La motivación y su actuar en nuestro cuerpo

Sin importar si tu motivación es externa o intrínseca, ésta se origina en tu mente. El cerebro es el encargado de controlar todas y cada una de esas emociones, así como de almacenarlas en la memoria.

Ciertas técnicas de mapeo cerebral realizadas en Estados Unidos y otras partes del mundo, han mostrado que las personas altamente motivadas tienen mucha dopamina disponible en su cerebro. Al hacer una comparación con personas menos motivadas, se ha visto que no es que las personas motivadas generen más dopamina en sí, más bien, dicha hormona se concentra en áreas muy específicas del cuerpo… ¿Será que ahí es justo donde se necesita?

El dato trascendental de todo esto es que una persona motivada o automotivada tiene la capacidad (emocional y biológica) para tomar decisiones y tener un autocontrol. Factores decisivos y que se relacionan directamente con el logro de objetivos exitosos.

A lograr objetivos

La automotivación en conjunto con un toque de fuerza de voluntad pueden desencadenar varios resultados positivos en tu vida. Toma en cuenta que las personas que con mucha fuerza de voluntad tienen:

  • Resultados a corto, mediano o largo plazo
  • Mayor seguridad (personal, financiera, entre otras)
  • Cierto nivel elevado de autoestima
  • Una sensación general de bienestar

Para decirlo de otra manera, la automotivación y la fuerza de voluntad son compañeras del mismo equipo, el cual tiene como objetivo principal tu mejora personal. Sin embargo, ambas necesitan de tu intervención y fortaleza para establecer metas y alcanzarlas. 

Si hoy tienes metas por cumplir, nuevos hábitos por poner en práctica y dos que tres sueños en la cabeza… ¡Hazlo! Tienes las herramientas para lograr lo que te propongas. Confía en ti y en el poder de tu mente. Trabaja constantemente en tu automotivación. 

Fuente: Página web Ask The Scientists.

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