Nuestro sistema inmunológico no solo funge como un importante escudo en contra de virus, bacterias y gérmenes que buscan entrar al cuerpo y dañarlo, también es una red de órganos, tejidos y células interconectados. Descubre esto y más acerca de él.

Probablemente sepas que el sistema inmune o inmunológico está formado por órganos, tejidos y células que se encuentran interconectados para actuar en contra de agentes extraños e infecciosos. 

Defendiendo a nuestro cuerpo 

De acuerdo con la Dra. Ana María Gallardo, inmunóloga de Clínica Universidad de los Andes, el sistema inmunológico tiene como objetivo vigilar, detectar y actuar ante cualquier cosa que pueda hacernos daño, como virus y/o bacterias. 

Para que el sistema inmunológico pueda defender nuestro cuerpo, necesita aliarse con células como los glóbulos blancos, también conocidos como leucocitos. Estos se dividen en dos: 

  • Fagocitos: devoran a los organismos invasores.
  • Linfocitos: ayudan a detectar agentes invasores y a destruirlos.

Una vez que el cuerpo detecta virus y/o bacterias, lanza alertas al sistema inmunológico para que este, en conjunto con los glóbulos, se enfrente a las sustancias también conocidas como antígenos. 

Las vacunas también ayudan a fortalecer al sistema inmunológico y prevenir algunas enfermedades porque introducen en nuestro cuerpo un antígeno con la capacidad de protegernos ante enfermedades como la varicela. 

Aunque, más allá de esta función central, el sistema inmunológico tiene otras funciones que quizá desconocías. ¡Echa ojo! Y atrévete a conocer más sobre él y cómo puedes cuidarlo.

Datos maravillosos sobre el sistema inmunológico

  1. La piel: diversas investigaciones señalan que gracias al sistema inmunológico, la piel expulsa sustancias antibacterianas para proteger nuestro cuerpo. He aquí la razón del porqué cuando nos levantamos por la mañana, tenemos una especie de moho o grasa sobre la piel. 
  2. Las lágrimas y mucosidad: a través de estos elementos, el sistema inmunológico lleva una sustancia que contiene una enzima llamada lisozima, cuya función es descomponer la pared celular de muchas bacterias. 
  3. Los nódulos linfáticos: estos contienen un tejido filtrante y un importante número de células linfáticas responsables de combatir ciertas infecciones bacterianas. Por otra parte, cuando los nódulos linfáticos indican que se tiene algún tipo de infección.

El sistema inmunológico debe ser uno de tus mejores amigos

Para que el sistema inmunológico pueda seguir cuidando de nuestro cuerpo, es vital desarrollar una rutina saludable que impacte de manera positiva en él y para hacerla debes tomar en cuenta lo siguiente:

Tener una alimentación balanceada: debes incluir en tu dieta proteínas, verduras, frutas y carbohidratos.

Oligoelementos: estos benefician a las defensas como el selenio y zinc. Los podrás encontrar en suplementos pero recuerda acudir con un especialista para saber si los requieres. 

Cuida tu sueño: trata de dormir por lo menos ocho horas para que tu cuerpo y sistema inmunológico puedan reponerse.

Salud mental: tomar terapia, meditar, dibujar, hacer ejercicio, entre otras actividades te pueden ayudar a mejorar y cuidar tu salud mental.

No más sustancias tóxicas: evita consumir alcohol y tabaco porque perjudican a las defensas

Besa mucho a tu pareja: sabemos que es un consejo fuera de lo común pero especialistas afirman que besar a tu persona favorita hará que tus defensas estén más fuertes. 

Cuando besamos a alguien a quien queremos nuestro cerebro libera endorfinas y hormonas como la dopamina y la oxitocina, que están íntimamente ligadas a la sensación de cariño. Eso hace que nos sintamos especialmente bien y nos relajemos. Pero, además, al besar producimos más saliva, la cual es muy importante para combatir bacterias que entran a través de la boca. 

-Gessal Clínicas.

Finalmente, la Dra. Ana María Gallardo, inmunóloga de Clínica Universidad de los Andes, recomienda acudir con un especialista para detectar inmunodeficiencia congénita y otros problemas en la salud como déficit nutricional o estrés.

¡Cuida mucho tu sistema inmunológico como él cuida de ti!

 

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