El deportista César Salazar tiene un gran respeto por las personas que creen en su talento porque, nos confiesa, es la estrategia que le ha permitido destacar de manera profesional en el squash. 

Cuenta que en los momentos de mayor desafío profesional, como un partido que disputó en el 2017 con el entonces número uno de squash Mohamed ElShorbagy, el hecho de pensar y creer que tiene la capacidad de salir victorioso de cualquier encuentro es lo que marca la diferencia. 

“La principal persona que debe creer que somos capaces de cualquier cosa, somos nosotros mismos. No la gente que nos ve desde afuera, ellos solo ayudan a darnos cuenta”, explica con inspiración Salazar. 

Si bien en ese partido frente a Mohamed ElShorbagy (actual número tres del mundo) jugó un “partidazo”, el deportista mexicano no pudo quedarse con la victoria. Explica que la decisión del árbitro de repetir una jugada le permitió a su contrincante “darle vuelta a la partida” y ganar el último set 12- 10.

“Ese día no quise hablar con nadie. Estaba molesto y sentía que no era justo el resultado. Sin embargo, con el paso de los días pude entender el significado de ese momento”, agrega. 

En esa experiencia, el ahora atleta USANA consiguió importantes aprendizajes que lo acompañan durante cada nueva competencia . Además, comenta con orgullo, dos meses después pudo disputar un nuevo partido con Mohamed ElShorbagy, pero está vez sí salió con un triunfo contundente. 

Dos meses después tuve oportunidad de jugar una vez más con Mohamed, en Detroit, pude vencerlo 3-1 y al final del partido se acercó a mí y me dijo que esa era la segunda vez que le ganaba”, afirma con satisfacción Salazar.

Además de la confianza en el talento propio, la pasión por el deporte y las ganas de darlo todo son fundamentales en la cancha. En sus palabras, “dar lo mejor en cada partida” es una cualidad que admira de sí mismo y a su vez es la responsable de las hazañas conseguidas en la disciplina que practica. 

“Tal vez pueda estar algo tenso, nervioso, pero una vez llegado el momento de la partida doy lo mejor de mí. Incluso tengo un rendimiento que ni yo podía imaginar que era capaz”, comenta el mexicano.

Sobre las personas que han inspirado su carrera deportiva, César Salazar no duda al nombrar a su padre. “Él me mostró desde pequeño que lo principal en la vida es crecer con valores y tener la certeza que cualquier sueño se puede alcanzar, incluso cuando pensemos que es imposible”. 

Justamente fue su padre quien lo motivó a la práctica del deporte que ahora llena su vida de satisfacción. “Desde los 6 años de edad incentivó el amor por el squash a mis hermanos y a mí (…) Luego a los 19 años me apoyó para empezar a competir en el extranjero y mejorar mis destrezas a través de la práctica”. 

Para el deportista, la incursión en el squash a temprana edad es lo que explica su pasión por esta disciplina, así como su entusiasmo por estar compitiendo en una cancha con los mejores jugadores del mundo. 

Sin embargo, como su vida tiene otras facetas, César Salazar también puntualiza que en su tiempo libre comparte distintas aficiones, como jugar padel, ver series documentales de atletas que les inspiran y jugar al póker. 

En cuanto al futuro, el atleta USANA nos adelanta que su tiempo lo invierte en entrenamientos para las próximas competencias deportivas y en el trabajo necesario para hacer crecer su academia “Scorpion Squash Academy”, que ya cumple dos años apoyando y preparando a la nueva generación de profesionales en esta disciplina. 

Por todos sus logros y la gran inspiración que representa para nuestra comunidad, César Salazar es un atleta destacado de la familia USANA. Su pasión por el deporte y su constancia para sumar logros en el squash inspiran a cientos de personas a avanzar y luchar por sus sueños. 

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