Muchos especialistas se han enfocado en conocer las propiedades que aportan los pescados de agua fría, sobre todo en el ámbito de la nutrición. En esta ocasión quisimos dedicar nuestro artículo de la semana a dicho tema.

Hoy en día se sabe que los pescados de agua fría aportan al organismo ácidos grasos esenciales, los cuales son esas grasas benéficas y necesarias para que el cuerpo cumpla sus diferentes funciones.

Por lo general, los ácidos grasos de cadena larga se encuentran en alimentos de origen vegetal, tal es el caso de semillas y aceites, pero ahora se tiene en claro que también están presentes en los pescados de agua fría.

Varios nutriólogos y especialistas de la salud han compartido que el atún, las sardinas, el arenque y el salmón son los pescados de agua fría en los que se encuentra una cantidad considerable de omega-3. Sin embargo, el bacalao y la trucha también se suman a esta lista.

¿Por qué consumir pescados de agua fría?

La recomendación es consumir este tipo de pescados entre una y dos veces por semana. De hecho, durante varios años, la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón) ha realizado la recomendación general de que las personas consuman las grasas insaturadas contenidas en estos pescados.

En caso de que represente una complicación para la economía familiar, se puede sustituir el consumo de uno por otro tipo, lo importante es ingerir dicho aporte nutrimento para el organismo.

Extra a lo anterior, los pescados de agua fría favorecen:

– La nutrición de la mamá y su bebé durante el embarazo.

– La cantidad de omega-3 que contienen estos pescados apoya a nutrir de manera favorable al sistema nervioso central.

– Por otra parte, el omega-3 que aportan los pescados de agua fría ayudan al sistema nervioso de los niños y esto se puede ver reflejado en su rendimiento escolar.

– De igual forma, otro beneficio que brindan los ácidos grasos presentes en estos pescados es ser un respaldo para el corazón (enfermedad cardiaca).

Relacionado con lo anterior, la sugerencia es que para tener un mejor aprovechamiento del omega-3 presente en los pescados de agua fría, estos se cocinen únicamente con la grasa que sueltan, sin agregar cualquier otro tipo de aceite.

Varias personas se preguntan si los mariscos poseen las mismas propiedades para la nutrición que los pescados de agua fría, y aunque muchos tipos de mariscos contienen pequeñas cantidades de ácidos grasos omega-3, lo cierto es que los pescados contienen la mayor cantidad de omega-3.

Por otro lado, a un buen número de personas les preocupa el mercurio y otros contaminantes presentes en los mariscos y el pescados. No obstante, los beneficios de consumir este tipo de alimentos como parte de la dieta, generalmente, son más que los posibles riesgos de exposición a contaminantes. Además, toma en cuenta que los peces más pequeños reciben menos concentraciones de mercurio, en comparación con aquellos de mayor tamaño.

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