¡Seguro que has escuchado la expresión curiosa de que nuestro estómago es como un “segundo cerebro”! ¡No te preocupes, no se trata de tener un mini cerebro en nuestro abdomen! Pero hay algunas razones realmente interesantes detrás de este dicho que queremos compartir contigo.

¿Recuerdas esas veces en las que te has sentido nervioso y de repente tienes “mariposas en el estómago”? Bueno, esto es un ejemplo de cómo nuestro estómago y cerebro están conectados de manera sorprendente. ¡Vamos a explorar un poco más!

Neuronas y complejidad: El sistema nervioso entérico contiene una cantidad impresionante de neuronas, comparable en número a las que se encuentran en la médula espinal. Esto crea una red de comunicación en el tracto gastrointestinal que puede operar de manera relativamente independiente a nuestro cerebro.

Producción de neurotransmisores: El SNE tiene la capacidad de producir y liberar neurotransmisores similares a los que se encuentran en el cerebro. De hecho, alrededor del 95% de la serotonina, un neurotransmisor asociado con el estado de ánimo y el bienestar, se encuentra en el tracto gastrointestinal.

Funciones autónomas: El SNE regula una variedad de funciones importantes, como la digestión, la absorción de nutrientes y el flujo sanguíneo en el tracto gastrointestinal. Puede operar de manera autónoma, incluso en ausencia de señales del cerebro central, lo que le otorga cierta independencia y control sobre estas funciones.

¡Ahora ya sabes lo fascinante que es nuestro sistema digestivo y las asombrosas funciones que hace dentro de nosotros![/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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